Naturaleza impresa

Telas naturales y ecoprint



El ecoprint es una técnica de estampado única que depende de la interacción entre las plantas y las fibras naturales para crear patrones únicos y sostenibles. Para obtener los mejores resultados, es esencial trabajar con materiales como el algodón, la seda y la lana, ya que las fibras naturales tienen una afinidad especial con los taninos presentes en las plantas. Esta relación es lo que permite que los patrones de las hojas, flores y otras plantas se transfieran de manera tan clara y duradera a las telas.



¿Por qué es importante utilizar telas naturales?


Las telas naturales como el algodón, la seda y la lana son perfectas para el ecoprint porque poseen una estructura que permite una mejor absorción de los taninos presentes en las plantas. Estos taninos son compuestos naturales que actúan como mordientes, fijando el color y los patrones sobre la tela de forma natural y ecológica, sin necesidad de productos químicos.


Por ejemplo:


¿Por qué evitar las fibras sintéticas?


Aunque existen fibras sintéticas como el poliéster, el nylon y el acrílico, estas no son adecuadas para el ecoprint debido a su falta de afinidad con los taninos. Las fibras sintéticas tienen una estructura química diferente, lo que impide que los taninos se adhieran correctamente a la tela, resultando en impresiones borrosas o poco visibles.



¿De dónde vienen las fibras sintéticas?


Las fibras sintéticas fueron desarrolladas en el siglo XX, específicamente durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los recursos naturales escaseaban y se buscaban alternativas más económicas. Estas fibras están hechas a partir de derivados del petróleo.


La industria textil comenzó a promoverlas por su bajo costo, durabilidad y resistencia a las arrugas. Esto llevó a su expansión y a que muchas fibras naturales, como la lana y el algodón, fueran reemplazadas por sintéticas en la fabricación masiva de ropa. Sin embargo, el costo de esta "comodidad" es un impacto ambiental negativo, ya que las fibras sintéticas no son biodegradables y contribuyen a la contaminación microplástica.



Fibras sintéticas y microplásticos


Uno de los problemas más graves derivados de las fibras sintéticas es su contribución a la contaminación por microplásticos. Cuando lavamos ropa sintética, como el poliéster o el nylon, pequeñas partículas de plástico se desprenden y terminan en nuestros ríos, mares y océanos. Estos microplásticos no solo afectan a la fauna marina, sino que también contaminan el agua que utilizamos para beber y regar nuestros cultivos.


Además, las fibras sintéticas son no biodegradables, lo que significa que, cuando ya no se pueden usar más, terminan en vertederos o en el medio ambiente, donde permanecerán durante siglos, liberando microplásticos en el proceso.



Razones por las que las fibras sintéticas no son buenas para la piel:


  1. No permiten la transpiración: Las fibras sintéticas no permiten que la piel respire adecuadamente, lo que puede generar sudoración excesiva, incomodidad y malestar.
  2. Acumulación de calor: Al no ser transpirables, las fibras sintéticas pueden acumular calor, lo que provoca irritación en la piel, especialmente en climas cálidos.
  3. Irritación de la piel: Los productos químicos utilizados en la fabricación de fibras sintéticas pueden causar alergias o irritaciones, especialmente en personas con piel sensible. Además, al no ser naturales, no tienen la suavidad y delicadeza de las fibras como la seda o el algodón.
  4. Impacto ambiental: Las fibras sintéticas, al estar hechas de derivados del petróleo, no son biodegradables. Esto significa que, cuando estas fibras llegan al final de su vida útil, contribuyen a la contaminación ambiental y al creciente problema de los microplásticos en nuestros océanos.



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